Se inauguró Lo que trae el río

Reproducimos la presentación

"Lo que trae el río es una muestra de archivo. Como planteó Anna María Guasch, en un libro que se titula Arte y Archivo, todo archivo puede comprenderse en la contemporaneidad de dos maneras: poniendo el énfasis en el principio regulador y topográfico; es decir, en el orden de los materiales o, en otra dirección, acentuando los procesos contradictorios de almacenar y guardar y, a la vez, olvidar y destruir las huellas del pasado. En esta muestra se trató de pensar en las riberas del Paraná, donde el río trae y deposita restos que quedan allí, con el tiempo, y luego los lleva a otro lugar para hacerlos reaparecer o, incluso, perderlos en sus aguas. Son la potencia de los restos de una fiesta que dura en el tiempo y deja sus huellas en las costas del Paraná, lo que trae el río respecto del archivo del festival.
En parte, es consecuencia de la propia lógica de todo festival como podemos pensar este archivo. Sabemos, por los estudios sobre festivales que empezaron a aparecer en el presente, y de los cuales, esta muestra es uno de sus resultados, que todo festival está enraizado con las fiestas dionisíacas de la antigüedad, ligadas a los ciclos de las estaciones del año y que, probablemente, los primeros festivales hayan estado ligados a los ritos comunitarios del teatro griego. Inscriptos en el calendario anual, con periodicidad, los festivales dejaron sus huellas en el tiempo, una de las cuales ha sido, nada más ni nada menos, que todo el teatro griego: piezas dramáticas que aparecen y desaparecen, se pierden y se encuentran, se reconstruyen, como los restos de las fiestas y reuniones que el Paraná deposita y arrastra en sus veras.
En Latinoamérica, los festivales se cruzaron con las fiestas precolombinas y luego coloniales e, incluso, con las fiestas populares más diversas. El Festival Internacional de Poesía de Rosario emerge en 1993, en el contexto de un proceso de festivalización de la cultura a nivel global. Cuando el festival surge, la cultura latinoamericana está siendo cooptada –y sobre todo la cultura del libro- por los grandes conglomerados trasnacionales y los procesos artísticos locales se ven en serias dificultades para difundir y hacer circular su producción frente a un mercado de los bienes culturales omnívoro y excluyente. Fueron y son los festivales de cine, de teatro, de literatura, de artes del cuerpo, los que se convirtieron en verdaderas muestras de todo un sector de la cultura que, de otra manera, hubiera tenido serias dificultades para dar a conocer y hacer circular sus obras e, incluso, conformar un mercado que pueda competir con el más grande. Los festivales, así, son un modo (y un micro mercado) de protección y promoción cultural alterna a los grandes circuitos con los que, sin embargo, se cruza en muchas oportunidades, invitando artistas o consagrando a nuevos que luego pasan a formar parte del mismo.
Desde 1993, a la vez que surge el festival, llamado Festival Internacional de Poesía de Rosario, con el antecedente del I Encuentro regional de Escritores, hay una pulsión de registro que no se detiene. Y esa pulsión que dura en el tiempo es la que va desperdigando materiales que luego decantarán en el archivo Buscando El poema, domiciliado actualmente en el CCPE. De ese proceso de conformación participaron María Lanese y Virginia Russo, para acopiar dichos materiales, en un proceso colaborativo que duró entre las diferentes organizaciones y gestiones del Festival.
Esta muestra es parte de un trabajo que realiza el equipo del IECH (Instituto de Estudios Críticos en Humanidades), de la Facultad de Humanidades y de CONICET, junto con el equipo del CCPE, a partir de un acta acuerdo firmada durante el año pasado entre ambas instituciones, mediante la cual se trabaja en la catalogación, digitalización e investigación del archivo Buscando el poema. Hemos catalogado la Biblioteca, con más de 400 ejemplares, que fue creándose de edición en edición a partir de donaciones hechas por poetas o editores, a quienes se les solicitaba material. Pero también, hay un registro en los soportes más diversos, como el cassette, el vhs, el cd, el dvd o el disco rígido de las lecturas y actividades de todos los festivales, incluido el I Encuentro Regional de Escritores. En esta muestra, hemos exhibido las lecturas hasta el año 2000 con códigos qr que ustedes pueden activar con sus dispositivos celulares para oír lecturas de los años ’90 de Juan Gelman, Beatriz Vallejos, Olga Orozco, al tiempo que en formato audiovisual, desplegamos una selección más contemporánea, aunque también heterocrónica, que permite visualizar las piezas de diseño que fueron mudando hacia el mundo digital con el tiempo. Hay una mínima selección de fotos que permite observar la pulsión, entre los festivales, por registrar los afuera de las lecturas de poesía, donde los poetas bailan, almuerzan, posan en grupo, hacen paseos en Catamarán o participan de trasnoches y recitales, como si hubiera una marcada intención por registrar esos momentos más festivos. Las piezas gráficas señalan los cambios de organizaciones, criterios y nombres que el festival adquirió en el tiempo. Una de ellas, el primer afiche del I Encuentro Regional de Escritores se encuentra en un proceso de restauración por el e-Lab, por eso exhibimos una copia en los tres afiches primeros del festival Internacional de Poesía, luego devenido Festival Latinoamericano de Poesía. También, comenzaremos en breve con la digitalización de los audios del I Encuentro Regional de escritorxs, que no está aún disponible para nuestra escucha por la obsolescencia tecnológica.
El trabajo es arduo, como ha sido ardua la organización de un festival por el que pasaron más de 160 personas que fueron cambiando en el tiempo, haciéndose cargo de ese trabajo, según indican los programas almacenados en el archivo. Y si bien siempre entre sus organizadorxs, incluyendo a los consejos asesores, hay que destacar la importancia de poetas y escritorxs como Beatriz Vallejos, Angélica Gorodisher, entre muchxs más, también debemos señalar a lxs trabajadores de la cultura del Estado Municipal, Provincial y, luego, los empleados del CCPE, como verdaderos artífices que, en colaboración, sostuvieron este espacio hasta hoy. Todxs trabajadorxs, poetas, escritorxs, productorxs, técnicos que aparecen en los programas con una indudable pluralidad que se renueva persistentemente. En este festival, las huellas de esxs trabajadorxs no son nada invisibles: ahí están Florencia Lo Celso, posando con Hugo Diz en algunas fotos, Sandra Ballestero como autora de la ilustración del primer afiche que es el que enmarca esta muestra, y lxs diseñadorxs, lxs productorxs que leemos en sus piezas gráficas, además de funcionarixs que escriben cartas a poetas o realizan informes de cada festival.
Quiero agradecer al IECH, a Sandra Contreras, su directora, que me dejó llevar adelante esta muestra, dentro del PUE “Usos y políticas del archivo”, y a todo el equipo de trabajo: A Ceci Olivari, que ha sido una compañera que me emocionó por su compromiso, a Mariela Herrero que viene compilando los datos, semana tras semana, de ese inmenso y potente archivo del Fipr, a Damián Monti Fallicof, por su ayuda en digitalizar, diseñar, apoyar técnicamente, junto con Vicente Tuset, a Cecilia Parfait por llevar adelante los números, controlar esos detalles siempre complejos, a Jesús Antuña, por su colaboración en los primeros momentos, al igual que a Regi Cellino por ser parte de esta línea de investigación que dirijo y que no pudo estar por hermosos y pequeños motivos personales. Por supuesto que a Fernanda González Cortiñas, directora del CCPE, por confiar en nuestro trabajo y hacer posible muchas de las realizaciones de la muestra con recursos e infraestructura. A Virginia Russo, por ser una trabajadora eficiente y una guardiana del archivo amable y siempre dispuesta a solucionar las dificultades. A la Municipalidad de Rosario, en especial a la Biblioteca Argentina, por haber puesto a disposición su tiempo y todo su equipo de trabajo con amabilidad y buena energía. Al Ministerio de Cultura de Santa Fe por apoyar nuestro trabajo, con interés, confianza y compromiso, siempre habilitando nuevas aventuras.
Todas esas voluntades están en esta muestra y en el archivo Buscando el poema. No puedo evitar pensar que ese es el título de uno de los poemas de Estela Figueroa, que también aparece por allí y que dice:
Atropellada como un perro.
Selectiva como un gato.
Lo busco.

Fiel como tallada en piedra.
Blanda como la espuma.
Inocente como un fantasma
que vaga por la ciudad.
Lo busco.

Lejos parece que algo brilla:
¿será el poema?
Sobre una cinta de fuego
camino a su encuentro.
Atropellada.
Selectiva
Blanda.
Inocente.
Despiadada.

¿Será el archivo ese poema que toda una ciudad busca y escribe y del cual deja sus huellas en lo que trae el río desde hace 30 años?

Queda oficialmente inaugurada la muestra. Lxs invito a recorrerla.

"

Cristian Molina. Octubre 2022