El Instituto de Estudios Críticos en Humanidades (IECH, UNR-CONICET) y la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, invitan a participar del Congreso Internacional «Las Humanidades por venir. Políticas y debates en el siglo XXI», que se llevará a cabo los días 15, 16 y 17 de abril de 2019 en la misma Facultad, en la ciudad de Rosario.
Desde su emergencia misma como un conjunto de saberes disciplinarios claves, las Humanidades han visto una y otra vez cuestionados el valor (científico) y la utilidad (social) de los conocimientos que producen.Esa periódica definición negativa, de la que el tópico “crisis de las humanidades” es una de sus expresiones más clásicas, propició sin embargo, en distintas coyunturas históricas, diversas respuestas e intervenciones, también ellas cada vez datadas y localizadas, que en sus mejores versiones ensayaron, más allá de la defensa de su campo, una redefinición del lugar de las humanidades en la sociedad, de lo que las humanidades pueden. El horizonte ante el que nos situamos, para invitar a pensar críticamente los desafíos teóricos, metodológicos y éticos de las humanidades en el mundo contemporáneo, comprende entonces tanto el universo, de ya larga duración, en que las mutaciones tecno-científicas afectan las dinámicas del trabajo, en que el espacio público se ve transformado por las nuevas técnicas de producción, archivación y comunicación de saber, y en que la biopolítica explora los umbrales lo humano, como los contextos próximos e inmediatos en que las ciencias humanas son objeto de una puesta en cuestión dentro del sistema científico en el que se inscriben.
Esta convocatoria quisiera hacerse eco de la invitación de Jacques Derrida, en el filo del siglo, a reconfigurar las Humanidades del mañana, y a situarse, por consiguiente, entre el afuera y el adentro, en la frontera de la universidad y, dentro de ella, de las Humanidades: “En las Humanidades, se piensa la irreductibilidad de su afuera y de su porvenir. En las Humanidades, se piensa que no podemos ni debemos dejarnos encerrar en el adentro de las Humanidades. Pero este pensamiento, para ser fuerte y consecuente, requiere las Humanidades. Pensar eso no es una operación académica, especulativa o teórica. Ni una utopía neutra. Como tampoco el decir es una simple enunciación. Es en ese límite siempre divisible[…] donde la universidad está en el mundo que trata de pensar. En esa frontera ha de negociar pues, y organizar su resistencia. Y asumir sus responsabilidades. No para cerrarse ni para reconstruir ese fantasma abstracto de soberanía cuya herencia teológica o humanista habrá comenzado quizá a deconstruir, si es que ha comenzado a hacerlo. Sino para resistir efectivamente, aliándose con fuerzas extraacadémicas, para oponer una contraofensiva inventiva, con sus obras, a todos los intentos de reapropiación (política, jurídica, económica, etc.), a todas las demás figuras de la soberanía.” (“El porvenir de la profesión o La universidad sin condición (gracias a las “Humanidades”, lo que podría tener lugar mañana)”, 1998).